Una secadora en buen estado es esencial no solo para mantener tu ropa en buenas condiciones, sino también para evitar desperdicio de energía eléctrica. Como todos queremos evitar averías, debemos aprender los siguientes cuidados de la secadora.
Los cuidados que debes seguir para alargar la vida de tu secadora
Si quieres evitarte una llamada al técnico, debes aprender cómo cuidar tu secadora y alargar su vida útil. Siguiendo estos consejos podrás evitar dañar tu ropa y elevar la factura de servicios, pues la secadora es uno de los aparatos que más energía consume y una avería podría incrementar el gasto.
Vacía el agua en el depósito
Por lo general, el tanque de agua condensada está ubicado arriba a la derecha, pero algunos modelos lo tienen acoplado en la puerta. De cualquier manera, debe vaciarse el contenedor cuando esté lleno en un plazo de una hora; en la mayoría de los modelos hay un indicador para enterarse.
En caso de que el contenedor no se llene durante el secado, igual es recomendable vaciarlo tras cada uso.
Limpia los filtros
Si los restos de ropa llegan al condensador, es posible que hagan perder eficiencia al equipo y, por tanto, el consumo de electricidad sea mayor. En este sentido, deberás limpiar el filtro de pelusa después de cada programa y revisarlo siempre antes de empezar a usarla. Algunos modelos incluso tienen una luz indicadora para limpiar el filtro o una alarma.
En la mayoría de los casos, el filtro está ubicado en la puerta de la secadora o en la parte inferior de la misma. Solo deberás extraerlo, utilizar un aspirador para retirar los restos de pelusa y volverlo a colocar.
Limpia el condensador
Si tu secadora es de condensación, entonces debes añadir la limpieza del condensador a los cuidados de la secadora. La recomendación es hacerlo 3 o 4 veces al año, dependiendo de con qué frecuencia uses la secadora; también podrías guiarte por cada 10 o 12 programas. Por su parte, el condensador se limpiará de forma diferente dependiendo de si es extraíble o no.
Cuando se trata de un condensador no extraíble, deberás limpiar las rejillas con un aspirador; también podrías aprovechar de limpiar las rejillas de ventilación. Un condensador extraíble tiene piezas de fijación que podrás abrir, entonces extraes el condensador y lo lavas con agua fría desde la zona trasera a la delantera.
Limpia el tambor
El tambor es la parte principal de la secadora, por lo que deberá estar en perfectas condiciones si no quieres arruinar tu ropa. Como suele estar en contacto con las prendas, es normal que se llene de polvo y suciedad; en este sentido, deberás limpiarlo con frecuencia para evitar la acumulación de cal.
Esto es realmente sencillo, solo necesitas un trapo impregnado con jabón (también funciona el vinagre) y pasarlo por toda la superficie para eliminar con la suciedad incrustada. Con un trapo limpio retiras los restos de jabón y lo dejas secar; si no se seca por completo, no hay de qué preocuparse, la secadora hará el trabajo.
Limpia los sensores de agua
La función de este elemento es detectar el nivel de humedad de la ropa y debe mantenerse limpio; la acumulación de cal en la superficie del sensor podría causar períodos de secado más cortos, ocasionando que tu ropa salga todavía húmeda. Dependiendo del modelo, encontrarás este sensor en la base de la secadora, casi siempre junto al filtro de pelusa.
Una vez a la semana puedes limpiar el sensor con un trapo líquido y algunas gotas de jabón. Mensualmente se recomienda una limpieza más profunda, para lo que puedes usar una mezcla de agua caliente, bicarbonato y un poco de vinagre.
Revisa la ropa
Finalmente, la mejor forma de hacer un buen uso de la secadora es cuidar la ropa que metes a la misma; comprueba siempre en la etiqueta que la prenda puede introducirse. Además, colocar prendas impregnadas con sustancias combustibles (como pintura o gasolina) o que contengan parte de plástico, no solo podría estropear la ropa, sino que también pondrá en peligro tu máquina.
Para un uso óptimo, también se recomienda introducir la ropa lo más seca posible; es decir, utiliza el centrifugado de la lavadora. Por norma general, no deberás llenar la secadora más allá del 70% de su capacidad, ya que el peso podría consumir mayor energía y forzar el motor. Por último, es necesario que siempre dividas la ropa y aprendas a configurar la temperatura y duración del ciclo de secado.
Si tu secadora está averiada, confía en ReparaHogar
Por mucho que sigamos estos consejos para cuidar tu secadora, como todo electrodoméstico, se puede empezar a dañar. Por desgracias, las averías de las secadoras suelen ser complicadas y no podemos arreglarlas en casa; ¡por eso es tan importante cuidarla! Sin embargo, en ReparaHogar Málaga estamos capacitados para reparar cualquier desperfecto en tu máquina.